El origen del vocablo ruleta proviene del francés y significa en esa lengua rueda pequeña. En la actualidad con esta acepción se identifica a un juego, el cual se encuentra entre los de mayor popularidad de los tantos que han florecido en los salones de juego de los casinos justamente desde el momento en que por obra de la casualidad fuese inventada por Blaise Pascal, un científico del siglo XVIII.
A medida que transcurrían los años la ruleta fue evolucionando y perfeccionándose hasta las que se conocen actualmente, siendo la británica, la americana y la francesa las más popularizadas. De hecho no existen muchas diferencias entre una y otra, si aprendes a jugar una de las tres, podrás fácilmente jugar las dos restantes, ya que todas se sustentan en los mismos principios y casi la totalidad de las reglas son semejantes.
Aún cuando en los casinos la ruleta se considera un juego poco dinámico, lo cierto es que resulta verdaderamente divertido y es un medio ideal para la socialización. En torno a una mesa donde se juega ruleta siempre encontrarás un grupo de personas y gran algarabía. Este juego genera emoción tanto en los jugadores como en quienes observan. Imagina solamente la gran expectación que origina ver girar hasta 40 veces la ruleta antes que la esferita se detenga en alguna de las casillas.
En la ruleta francesa el color negro y rojo de la numeración se van intercalando, comenzando desde el 0 hasta el 36, en el caso de la americana se le adiciona una casilla para el 00 (doble cero). También se numeran desde el 0 hasta el 100 los surcos. La leyenda y la ayuda para garantizar un desarrollo organizado de las apuestas se dibujan en el tapete azul o verde.
Tiene una ventaja respecto a los demás juegos de casino, permite realizar un gran número de disímiles apuestas y combinaciones. Lo anterior sumado a que sus reglas son muy sencillas, le otorga a este juego la categoría de rey del casino.
En este juego el pago mayor es al hacer la apuesta simple, lo cual consiste en apostar tratando de adivinar el número en que la esfera se detendrá luego de ser lanzada al cilindro y haber rodado y saltado en sentido contrario al que gira la ruleta.
A medida que transcurrían los años la ruleta fue evolucionando y perfeccionándose hasta las que se conocen actualmente, siendo la británica, la americana y la francesa las más popularizadas. De hecho no existen muchas diferencias entre una y otra, si aprendes a jugar una de las tres, podrás fácilmente jugar las dos restantes, ya que todas se sustentan en los mismos principios y casi la totalidad de las reglas son semejantes.
Aún cuando en los casinos la ruleta se considera un juego poco dinámico, lo cierto es que resulta verdaderamente divertido y es un medio ideal para la socialización. En torno a una mesa donde se juega ruleta siempre encontrarás un grupo de personas y gran algarabía. Este juego genera emoción tanto en los jugadores como en quienes observan. Imagina solamente la gran expectación que origina ver girar hasta 40 veces la ruleta antes que la esferita se detenga en alguna de las casillas.
En la ruleta francesa el color negro y rojo de la numeración se van intercalando, comenzando desde el 0 hasta el 36, en el caso de la americana se le adiciona una casilla para el 00 (doble cero). También se numeran desde el 0 hasta el 100 los surcos. La leyenda y la ayuda para garantizar un desarrollo organizado de las apuestas se dibujan en el tapete azul o verde.
Tiene una ventaja respecto a los demás juegos de casino, permite realizar un gran número de disímiles apuestas y combinaciones. Lo anterior sumado a que sus reglas son muy sencillas, le otorga a este juego la categoría de rey del casino.
En este juego el pago mayor es al hacer la apuesta simple, lo cual consiste en apostar tratando de adivinar el número en que la esfera se detendrá luego de ser lanzada al cilindro y haber rodado y saltado en sentido contrario al que gira la ruleta.

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